viernes, 7 de agosto de 2009

El polluelo (2)

Ese Tin Reduso Mafle

I
Llueve. Es bueno empezar una historia así, el agua es un elemento reconfortante, con cualidades de despejar tu mente y dejarla pensar. A Rodrigo Díaz le gustaba escuchar esos grupos cebolleros de vuelta del trabajo en su cacharro viejo, cuando llovía. Era de los que cantaban con exageradas muecas. De esos de los que te podías reír cuando el semáforo estaba en rojo. La luz de los focos a ciudad era tenue y sólida, daba cierto aire de melancolía, del que sus habitantes ya estaban acostumbrados. Ese día la luna no existía, la contaminación la había escondido.
Dobla rápido, y se mete en un callejón con casas coloniales. Se estaciona en el quinto espacio. Corre con un diario en la cabeza. Se le olvidó salir con paraguas. Mira hacia los lados y abre una puerta blanca, algo sucia y mojada. Las luces están apagadas, al final hay una luz azul del que estallan risas. Va hacia la cocina, toma un cuchillo. De repente dejan de escucharse los ruidos de la pieza, el hombre se da vuelta y aparece su esposa con un bate de beisbol.
-¡Que haces estúpida!- La toma de la cintura, y deja el cuchillo en la mesa.
-Pensé que era un ladrón, lo siento ¿Desde cuando se te dio lo de entrar sin avisar?
- Tengo llaves.
- Me asustaste.- El tipo recoge el cuchillo, abre el refrigerador para servirse un pedazo de torta, sobrada del día de su matrimonio. En la cima aun quedaban las figuritas de los dos, el hombrecillo no tenía cabeza. Una hambrienta celosa se la había arrancado creyendo que era torta, o tal vez solo lo hizo por rabia.
-Hoy fue un buen día ¿Sabes? Todavía no han ido a recoger el cuerpo de ese hombre del que te he dicho tiene unos órganos en muy buen estado. Si no lo identifican mañana, será donado a la universidad. Tengo muchas ganas de ensayar en él.
- Que frívolo me suenas, no me gusta la idea de jugar con cuerpos muertos, jugar con las vidas de otras personas. Detrás de él hay una historia y me fascina pensar que su final fue grande.
- Tú lo dijiste, está muerto. Además, ¿qué tipo de historia habrá detrás de alguien que se tiró del quinto piso del edificio en qué vivía? Seguro era un perdedor, alguien sin vida antes de quitársela.- La mujer se enoja, se encierra en el baño y no lo mira más.- ¡Hey! Sabes que te quiero, a ti y a nuestro hijo…-

II
6:00 am. Suena el despertador otra vez, Rodrigo lo tira por la ventana, otra vez. Se levanta, se lava los dientes. Baja la escalera, se tropieza, piensa que mañana arreglara esa madera suelta, que esta vez si. Se enlista para ir a trabajar. Silencio. Nunca está demás. Se despide de su mujer y le besa el estomago. Se va pensando en cuantos goles meterá su hijo cuando esté en la selección, se va feliz. En la calle principal lo pilla un taco, tiempo para practicar su frustrado sueño de estrella de rock. Los conductores de al lado lo miran extrañados, pero el esta acostumbrado.
45 minutos y llega al quirófano. En su trayecto contó que 56 personas estaban quedando calvas, más que el otro día. 32 caminaban con un leve inclinamiento hacia la derecha y solo 6 personas eran rubias de ojos azules, besó la foto de su esposa. Se pone el delantal blanco y al llegar a su puesto mira sorprendido que lo espera un hombre vestido decentemente de azul, piel negra, calvo y de ojos grandes. Como las películas” Pensó. Era un hombre serio, eso se notaba a leguas, tenía manos grandes, lo que le hizo insinuar que era una persona estricta y conservadora. Justo el tipo de persona que Rodrigo odiaba. Se devastó y se dejó tirar a la silla, sabía que la conversa sería aburrida.
-Busco el cuerpo de Martín Salinas Mafle
-¿Disculpe?
-Es un hombre gordo, pelirrojo, tés blanca pero bastante marchita. Es lampiño, y tiene una cicatriz en su hombro izquierdo, sin contar las que se hizo al tirarse de un edificio- Rodrigo se entristeció, era ese tipo que de verdad quería ocupar para sus proyectos, la descripción era idéntica. Faltaba tan poco, y encontraba tan necesario ese sujeto. A veces se convertía en un científico loco, pero eso les servía bastante a sus alumnos de la universidad. Estaba decidido, debía engañarlo de algún modo:
- No sabe cuanto lo siento, sé que debe ser triste la pérdida de un familiar, pero ya pasó la fecha permitida para reclamarlo. Ahora pertenece a la universidad, y ya no está aquí.
- Se equivoca señor, este cuerpo pertenece al gobierno. Martín Salinas Mafle, mejor conocido como Tín Reduso Mafle, no fue un gran hombre que digamos. Y es necesario que su cuerpo quede en buenas manos ¿Le cuento un secreto? Este hombre no está muerto



---------

Hace tiempo lo hice, como lo había prometido este es la segunda parte.
Chan chan!

Es que no lo había querido poner porque aun no he terminado el tercero, ¡Pero me pondré las pilas!. Y no es mentira que esta casi hecho, la tercera parte se llama "La nevera".


Asi que resenle a Dios que termine luego jaja

No hay comentarios: